El Programa Permanente de Control de la Pureza del Café – Sello de Pureza certifica que el producto es puro, sin adulteración o mezclas, ofreciendo seguridad alimentar, calidad y respeto al consumidor. Creado por la ABIC en 1989, aún permanece activo y fue la primera iniciativa de entidad para impulsar el consumo por medio de la mejoría de la calidad.